De las únicas cosas en la vida que podemos estar seguros es precisamente del cambio y la impermanencia. El cambio es constante y nos enfrentamos a él diariamente, sin embargo, hay personas que procuran evitarlo, buscan estar siempre con las mismas personas, en el mismo lugar, en el mismo trabajo, la misma casa, etc.
El cambio desestabiliza, pero siempre es para bien, puesto que significa fluir con la vida, el agua que se estanca se pudre, la que fluye se purifica.
El miedo al cambio puede darse por varios factores:
Personas que nunca se han enfrentado a grandes cambios en la vida. Personas que vivieron mucha inestabilidad en la infancia. Personas que vivieron cambios drásticos en la infancia.
Personas que se conforman con lo que hay o lo que tienen.
Si tengo miedo al cambio exterior, también tengo miedo al cambio interior. La adaptación al cambio tiene que ver con reconocer lo que hubo en eso momento y vivir emocionado por lo que sigue: "lo que viene conviene, y lo mejor está por venir".
La nostalgia nos ayuda poner los dos pies en el pasado, la melancolía mantiene uno en el pasado y uno en el presente. los pensamientos que tenemos al rededor del cambio pueden ayudarte o perjudicarte al momento de tomar una decisión o de cerrar un ciclo.
¿Cómo me puedo adaptar mejor al cambio?
No sentirme amenazado, el cambio es parte del fluir de la vida, no solo me pasa a mi, nos pasa a todos, nos pasa a todos por igual, no es personal.
Confiar en mis fortalezas, es decir, vislumbrar las herramientas que poseo y saber que estas me permitirán enfrentar cualquier situación que venga.
Conocer y entender mis emociones y los mecanismos del estrés, para utilizarlas a mi favor. Saber que no debo resistirme al cambio, porque a pesar de la sacudida de un cambio repentino, esta situación no durará para siempre.
En conclusión, los cambios en nuestra vida son inevitables, la clave es tener la confianza en que no importa qué tipo de cambio sea, yo estoy preparado y tengo las herramientas suficientes para solucionar cualquier situación que se presente y me adaptaré a la nueva situación, fluyendo con la vida.
Si para ti, el cambio implica un riesgo o un factor excesivamente estresante, busca ayuda profesional, para que tomes consciencia de tus fortalezas.
